Confianza

La confianza es difícil de describir, más aún de definir. Sabemos cuándo está presente y cuándo no. Se confía en la gente predecible, cuya posición es conocida y mantenida; los líderes que ganan la confianza obtienen credibilidad y ponen en claro su posición, y si a ésta agregamos congruencia entre el decir, el hacer y el pensar del líder, se logra el poder transformador, ya que los seguidores no se consiguen con prédicas, sino que se adhieren por el ejemplo. Las palabras mueven, pero el testimonio arrastra.
La confianza es el lubricante que hace posible el trabajo en una organización; el éxito en la empresa se basa principalmente en una cuidadosa estrategia de formar confianza entre empleados y propietarios para lograr expandir la empresa, elevar las utilidades, compartir la riqueza y permitir que todos sientan satisfacción y se diviertan con su trabajo.
La confianza es el cemento emocional que une a seguidores con líderes, la acumulación de la confianza es la medida de la legitimidad del liderazgo. No puede ser ordenada ni comprada, tiene que ser ganada.
La confianza entre líderes y seguidores no puede existir sin dos condiciones:
1. La visión que el líder le proporcione a la organización tiene que ser significativa, clara, atractiva y alcanzable.
2. La posición del líder debe ser transparente, además de poseer las cualidades personales y corporativas que engendran la confianza, tales como el respeto recíproco, la competencia leal y la integridad.
El líder es responsable de la ética que gobierna la conducta de la gente que forma la organización; los líderes deberán demostrar su moral por la cuidadosa selección de las personas de que se rodeen, por la comunicación de un sentido vocacional a la organización, por el refuerzo de las conductas ya aceptadas como buenas y por la articulación de estas posiciones morales tanto en el ámbito interno como externo de la empresa.
Las personas excepcionales han hecho continuos sacrificios, hasta encarar la muerte a veces por causas e ideales en los que creían, porque escogieron una bandera y se mantuvieron incesantemente fieles a ella; en último término, es la absoluta dedicación la que engendra la confianza.